Cosas y no se qué

Pues salieron y todo, sonrió amplio y tomó la mano de Emiliano -¿Qué sabor vas a querer?- preguntó, mirando a Frida curioso.

-Chocolate- dijo alegremente llegando a la heladería. -Choocolate será- dijo la madre y pues se acercó a pedirle el helado a su hijo.

Pues mientras se lo hacían, él se acercó a Frida y pasó un brazo por sus hombros -Te noté allá dentro..- dijo bajito, mirandola sonriente.

Pues ya miraba como colocaban el helado y Emiliano aplaudía feliz. -¿Y qué notaste? Yo no note nada.- inquirió arqueando las cejas expectante y sería. Pues no. Una tipa se comió con la mirada a su hombre.

-Estabas celosa por siempre- dijo besando su frente y pagando por el helado.

Gruñó. -Tal vez- dijo orgullosa y salió de allí con ambos muchachos. Emiliano brincaba feliz con su helado. Y pues ya marcho a la camioneta para irse

Rió bajito y fue con ella, subiéndose y estirándose un poco -Admítelo..- susurró.

-A lo mejor...- murmuró volteando a verle y se puso a conducir tranquilamente hasta que llegaron a casa y pues Emiliano se terminó el helado. La muchacha le sonrió levemente a Carson y se bajó.

Negó y se bajó -Ya es algo tarde..- le dijo a EMiliano, pinches eran las ocho cual tarde -Yo me voy a dormir, estoy cansado..- susurró y besó su frente y sin nada subió a la habitación y así.

Abrió la boca mirándolo subir y le siguió. -¡Oye!- exclamo siguiéndolo por el pasillo. -¿Eso es todo? ¿No harás nada más?- soltó algo enojada.

-¿Qué quieres que haga?- preguntó quesque serio, abriendo la puerta y asegurándose que Emiliano estuviera con Mariana y así. Después volteó a ver a Frida enarcando ambas cejas.

-Eres increíble- dijo inflando las mejillas y entro a la habitación sin decir nada, quesque enojada y se encerró en el baño para darse una ducha.

La miró entrar y rió negando, cerrando la puerta con candado y fue, abrió la puerta del baño y así -¿Pero por qué te enojas? ¿No dijiste que no pasaba nada y así?- preguntó enarcando una ceja.

Se puso la bata cuando entro de esa forma y lo volteo a ver. -No estoy enojada- dijo entre dientes. Y después se quitó la bata para meterse a la regadera. -¿vas a entrar o te vas a quedar allí admirado el panorama?- inquirió arqueando una ceja.

-Já, ¿cual panorama?- dijo negando, -Me meto después..- dijo retrocediendo y así.

-¡Vete!- exclamo enojada lanzando un jabón girandose para empezar a bañarse echando chispas negandoy así.

Pues nada, esperó ahí sonriendo por siempre, recargándose en un poste de la cama y cruzándose de brazos, hablando con alguien por el telefono, quien sabe, quizá con la chica de la tienda quien sabe.

Le miró como si pudiera matarlo con la mirada, literalmente. De hecho si podía pero estaba demasiado molesta para como pensar en eso. Salió. Se vistió con lo primero que había visto que era un baby doll blanco, muy corto y lo empujo yéndose a cepillar el cabello húmedo.

-Hey..- dijo al haber sido empujado, la tomó del brazo y la puso contra la pared mirándola a los ojos -No sé como te enojas, no fui yo quien me comía con la mirada a la chica de las bubis gigantes, ella me comía a mi..- dijo enarcando una ceja

-Bueno, no me gusta. ¡Y ni siquiera las tiene tan grandes!- exclamo viéndole echando chispas por los ojos.

-No las vi bien, pero Emiliano se las miraba embobado..- dijo pegándola bien a la pared -Son ridículos tus celos, yo no hice nada..- dijo ladeando la cara, metiendo una mano bajo su batita y bajo sus bragas, comenzando a masajearle así de la nada -¿Crees que a alguien más tocaré así como te toco a ti?- preguntó sonriendo de lado.

-¡Eso no puede ser cierto!- exclamo. -¡Es un niño! Un niño pequeño- señaló frunciendo el ceño. -Sí. Soy ridícula por cargar más estrés que nada.- dijo entre dientes sintiendo que se podía fundir con la pared. Después ahogó na exclamación al sentir lo que hacia y pego la cabeza a la pared gimiendo. -N-No- titubeo mordiéndose el labio.

-Exacto..- dijo soltando una risilla, fue a su cuello y pasó su lengua una vez -Entonces no hay nada de qué preocuparse..- ronroneó, penetrando dos de sus dedos en ella, soltando una risilla traviesa.

Cerró los ojos con fuerza y jadeo algo alto. -Lo siento- mascullo como pudo apenas concentrandose en sus pensamientos y se retorció. Le miró un par de segundos notando lo que hacia e hizo un gran esfuerzo en no gritar.

-¿Lo qué?- preguntó sonriente, enarcando una ceja e introduciendo un dedo más en ella, mordiendo su labio inferior al escucharla así, su amiguito se emocionaba.