Después de la tormenta...

-Pero no estoy debil..- susurró, ladeando la cabeza y cerrando los ojos, dejandose masajear -Deberías hacerlo- insistió.

Suspiró masajeándolo con cuidado. -Hagamos algo...- propuso. -Termino el masaje y te muerdo, bebo un poco y mañana vamos a cazar algo juntos- ofreció besándole detrás de la oreja. -¿Está bien?

suspiró y asintió -Vale, de acuerdo- susurró, sonriendo leve y así, tomándole una mano.

Asintió y siguió con lo suyo hasta que le agarró la mano. Le besó la mejilla y se quedó allí unos minutos. -Si quieres que ayude en algo para que el peso en tus hombros no sea tan grande, estoy aquí, susurró besándole el cuello; salieron los colmillos y los clavó gentilmente bebiendo un poco de él.

-Lo haré, me ayudaría mucho..- dijo haciendo una leve mueca después, suspirando y ladeando el cuello, ayudándole mejor a que bebiera de él y esas cosas.

No bebió mucho, solo lo suficiente y después le lamió la herida quedándose allí con los ojos cerrados un momento. Volvió a estornudar, por lo que volteó el rostro y suspiró. -¿Mejor?- preguntó acomodándose a un lado suyo sonriéndole levemente.

-si..- susurró, volteando a verla y eso -no debiste estar afuera a estas horas..-le dijo, cobijándole y acostándose a un lado de ella después

-Si me quedaba dentro sentía que me asfixiaba.- murmuró acurrucándose con él viéndole atentamente. -Es una horrible sensación- explicó con calma. -Trata de dormir, todo irá bien, te lo prometo- le dijo besándole corto y sonrió leve.

-Comprendo..- susurró, haciendo una mueca de lado y después asintió -esta bien... pero tu igual- dijo abrazándola, dejando un beso en su cuello.

-Aun así lo siento, no quiero preocuparte más- murmuró acariciándole el cabello. Y pues poco a poco se quedó dormida.

Pues ya, se quedó dormido el igual y despertó algo temprano en la mañana, salió de la cama y se puso los shorts, yendo después a buscar una playera y esas cosas.

Se removió un poco y despertó con un dolor de cabeza que le hizo sentarse en la cama, soltando un suspiro, estornudando otra vez.

Se volteó a verle e hizo una leve mueca -De seguro pescaste un resfriado -susurró, acerándose a sentarse a un lado de ella.

Le miró entre malita y soñolienta. -Tal vez, no importa. Tenemos que llevar a Emiliano a la escuela- dijo poniéndose de pie medio dormida.

-Claro que importa.- dijo tomándola y haciendo que se acueste de nuevo -Yo lo llevo, tu quedate aqui, dile a Mariana que te prepare un té y así..- dijo besando su frente -Ya vengo.-

-Pero...- se quejó viéndole acostándose de nuevo y suspiró resignada. -Está bien- murmuró cerrando los ojos otra vez, porque pues sí, se sentía muy cansada.

Le dedicó una sonrisa al final y salió, llevó a Emiliano a la escuela y se encontró con Mariana en las escaleras, tomó la tacita de té y entró a la recámara, caminando a la cama y dándosela -Jordan lo irá a recoger a la escuela- susurró.

Se despertó al escucharle entrar y se talló un ojo. -¿Si?- farfulló tomando la taza y dándole un sorbo. Hizo una mueca. -Odio el té- se quejó y se acostó otra vez. -¿A qué hora te vas?- inquirió viéndole fijo.

-Pero te hace bien- dijo sentándose, encogiéndose de hombros -En dos horas -susurró, viéndole a los ojos y así -Intentaré no tardarme-

-Lo sé- susurró resignada y suspiró. -Ford, esto no había pasado antes...- se quejó gruñendo y le miró. -Sí, no te tardes.. Podfavod- balbuceó por su nariz congestionada e hizo una mueca. -Le llamé a mi padre- contó estornudando.

-No lo haré- murmuró, logrando sonreir después -Te escuchas graciosa -dijo bajito, dedicándole una sonrisa y enarcando las cejas al final -¿Qué te dijo?- preguntó curioso, acariciandole el cabello e intentando acomodárselo un poco y así.

Soltó una risita y palmeó a su lado, quería que le abrazara. -Me dijo que..- y se aclaró la garganta porque estaba ronca. -Mandaría algunas sugerencias por correo y que si no funcionaba, entonded que él tendría que venir y vedlo por sí mismo- balbuceó. -Respecto a mí, me regañó por estar a deshoras afuera y me pidió que descansara.

Se sentó a un lado de ella y la abrazó con cariño -Ya veo- susurró -Que bueno que te regañó -Dijo mientras le daba el té y forzaba a dar otro trago.

Se quejó como niña y se tomó el té a huevo. Lo abrazó y le enseñó la lengua. -Lo siendto- balbuceó haciéndole una carita de perrito mojado.

-Te perdono- dijo sonriendo, acercándose y rozando sus labios con los de ella, pero se separó rápido, mirándole a los ojos -Ardes en calentura..- dijo preocupado.