Bellos momentos <3

Carson llegó y le dió el helado a su hijo -Toma..- susurró sonriendo y luego miró a Frida -Vamos..-

-Bieeeeen- susurró tomando el helado y sonrió ampliamente. -Heladooooooo- susurró caminando con ellos al coche. Y pues ya, se fueron(?)

Rió un poco y negó -¿Cómo te fue?-  preguntó, mirando por la ventana que la niña esa estaba ahí, después de escuchar a Emiliano volteó a ver a Frida -Tu no pareces muy contenta de que Emiliano tenga amiguitas..- susurró.

-Bieeeen...- y se soltó a contar toooooodo lo que había dicho así bien feliz, soltando risitas. La rubia respingó y miró a Carson frunciendo el ceño. -No es nada- dijo negando y volteó a ver a Emiliano y le sonrió. -Si quieres luego puedes invitar a Leila a jugar a la casa- sugirió asintiendo.

"Yaaaaaaaaaaay" dijo Emiliano terminando su helado y en eso llegaron a casa, Carson se bajó y le tomó la mano a Frida -Tu mami y yo iremos al bosque.. le dices a Mariana ok?- preguntó.

Se bajó del coche y entonces miró a Carson sin entender mucho de porqué iban al bosque sin embargo le sonrió al pequeño. -Haz tu tarea y come por favor- le pidió lanzándole un beso.

Emiliano entró y el suspiró, mordiendo su labio inferior y caminando al pedacito de bosque ahí dentro de su propiedad -Hice algo para Emiliano... bueno, aún no lo termino, pero quiero mostrártelo..- dijo sonriendo levemente y caminando -Por cierto, a mi me hueles a celos..- canturreó.

-¿Qué hiciste?- quiso saber caminando más aprisa por el bosque y lo volteó a ver. -Eh...- suspiró. -No son celos, en serio- le dijo y le tomó del brazo. -Se siente raro que Emiliano desde pequeño sea algo.. coqueto ¿si?- trató de explicarse.

-Claaaro..- dijo sonriendo -Cariño, ha crecido solo todo este tiempo. Es obvio que ahora que mira más niños y se da cuenta que hay niñas, le cause cosas..- dijo sonriendo -No te preocupes, o sientas raro- le pidió deteniéndose y besando su frente.

Le escuchó con atención y asintió suspirando y abrazándolo. -Sí, tienes razón- le besó la mejilla. -¿Qué le hiciste?- insistió alegre.

Se encogió de hombros y señaló hacia arriba, en un árbol había una casita de árbol, bien bella por siempre con escaleras y todo eso. -¿Crees que le guste?- preguntó.

Miró hacia arriba y sonrió ampliamente. -¿Estas loco? La amará- dijo y suspiró. -Yo siempre quise una- confesó viéndole y le tomó la mano. -Ya verás que la amará- murmuró segura.

-Genial..- susurró sonriendo y suspiró -Puedo hacer una para nosotros..- bromeó entre risillas.

Le miró medio ilusionada. -¿Hablas en serio?- preguntó viéndole atenta. -Harías realidad una de mis fantasías de pequeña- murmuró viendo la casa.

-¿De verdad quieres una?- preguntó sonriendo -Pues si tanto la quieres, claro que la haría..- dijo sonriendo -Pero bastante grande... y algo lejos, ya sabes, para perdernos de vez en vez..- dijo sonriendo.

Bajó la mirada, sonriendo de forma pequeña. -Me gustaría -admitió. Luego de escucharle asintió, feliz de la vida y le besó con suavidad. -Amo perderme contigo de vez en vez- susurró y soltó un suspiro sonriente.

-Mañana mimso comenzaré a buscar un sitio donde hacerla...- dijo bajito, tomando su mano -Bueno... ¿Quieres regresar ahora?- preguntó sonriente.

Sonrió apretando su mano y se le quedó viendo. -¿Por qué? ¿Te gustaría dar un paseo más a fondo?- susurró con doble sentido. -Eso me gustaría- dijo más bajo

Soltó una risilla y se encogió de hombros -No lo odiaría..- dijo caminando a ya saben donde, el claro ese  -Lo bueno que ya mañana es fin de semana, Emiliano no va a la escuela..- susurró.

Caminó con el pisando las ramitas que había y asintió. -Dormiré más- canturreó y le miró. -¿A donde vamos?

-Perezosa..- dijo sonriendo y luego se encogió de hombros -Ya saabes, ese claro que tanto nos gusta..- dijo sonriendo ampliamente.

-Corrección, soy tu perezosa- susurró juguetona y después le miró sonriente. -Oh, tengo buenos recuerdos de ese claro- señaló riendo.

-Si lo eres..- dijo entre risillas, asintiendo y deteniéndose al quedar frente al claro -Yo iguaal..- dijo bajito -Pero sólo los reviviremos si me encuentras- dijo desapareciendo.

Le miró atentamente y abrió grandes los ojos soltando un suspiro caminando por el claro intentando guiarse por los sonidos. -Muy bien Leonardo, ¡sal!- exclamó girando.

Pues el estaba por ahí, escondido tras un árbol bien inocente por siempre, osea déjenlo el es un bebesito que le gusta jugar.